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Sìgáditos de pollo al ajillo: Receta fácil y deliciosa para sorprender a tu familia

Hoy te traigo una receta de casquería que es fácil, sencilla y súper rápida: los sigaditos de pollo al ajillo. Esta receta es tan sencilla que no podrás creer lo deliciosos que quedan.

Descubrí esta receta de sigaditos de pollo al ajillo hace algún tiempo, y desde entonces se ha convertido en una de mis favoritas. El ajillo le da un sabor increíble y los sigaditos de pollo quedan jugosos y tiernos.

Esta receta tiene su origen en la cocina tradicional, y es muy popular en muchos países. Además, es una forma deliciosa de disfrutar de una parte del pollo que a menudo se pasa por alto.

El plato terminado huele increíble y tiene un sabor delicioso. Los sigaditos de pollo al ajillo son perfectos para una cena rápida entre semana o para sorprender a tus invitados en una ocasión especial. Además, esta receta es muy fácil de hacer y no te llevará mucho tiempo en la cocina.

En cuanto a los ingredientes, necesitarás sigaditos de pollo, ajos, aceite de oliva virgen extra, vino blanco, perejil, laurel en polvo y sal. Puedes adaptar las cantidades dependiendo de cuántos comensales tengas. También puedes utilizar una cabeza entera de ajo si quieres intensificar aún más el sabor.

Para preparar los sigaditos de pollo al ajillo, simplemente tienes que dorar los ajos picados en el aceite de oliva, añadir los sigaditos de pollo y saltearlos hasta que estén dorados. Luego, añades el vino blanco y cocinas durante unos minutos hasta que se evapore.

Finalmente, añades el perejil y ¡listo! Ya tienes unos deliciosos sigaditos de pollo al ajillo para disfrutar.

Te animo a que pruebes esta receta y descubras lo fácil y deliciosa que es. A continuación, te dejo un video tutorial en el que podrás ver el paso a paso de la receta:

¡No te pierdas esta oportunidad de disfrutar de una receta deliciosa y fácil de preparar! Sigue leyendo para conocer todos los detalles de los sigaditos de pollo al ajillo.

Índice de la Receta

    Ingredientes

    • 200 gramos de hígados de pollo
    • 4 dientes de ajo
    • Aceite de oliva virgen extra
    • Vino blanco
    • Perejil picado
    • Laurel en polvo
    • Sal al gusto

    Preparación: Sígádito de pollo al ajillo

    1. Pela y pica finamente los dientes de ajo.
    2. En una sartén, calienta el aceite de oliva virgen extra y añade los ajos picados.
    3. Cuando el aceite empiece a chisporrotear, agrega los hígados de pollo limpios y troceados.
    4. Añade sal al gusto y el laurel en polvo. Remueve para dorar los hígados.
    5. Vierte el vino blanco y cocina a fuego medio durante 5 a 10 minutos, hasta que empiece a evaporarse.
    6. Añade el perejil picado en el último momento, cuando ya hayas apagado el fuego. Remueve bien.
    7. Emplata los sìgáditos de pollo al ajillo y sirve caliente.

    Detalles de la receta

    • Tiempo de preparación: 15 minutos
    • Tiempo de cocción: 15 minutos
    • Porciones: 2
    • Nivel de dificultad: Fácil
    • Estilo culinario: Español
    • Ocasión recomendada: Almuerzo o cena

    Utensilios utilizados en la receta

    • Sartén
    • Cuchillo
    • Cuchara de madera
    • Cazoleta para emplatar

    Nutrición (por ración)

    • Calorías: 250
    • Grasas: 10g
    • Proteínas: 30g
    • Hidratos de carbono: 5g

    Consejos y variaciones

    Para darle un toque extra de sabor a tu receta de sìgáditos de pollo al ajillo, puedes añadir unas rodajas de pimiento rojo junto con los ajos al principio. También puedes agregar una pizca de pimentón para intensificar el sabor. Si deseas una versión más picante, puedes incorporar una guindilla o ají picante.

    Bebidas y acompañamientos sugeridos

    Este plato se acompaña muy bien con un buen vino tinto joven o una cerveza fría. Puedes servirlos junto con unas patatas fritas o una ensalada verde fresca. También puedes disfrutarlos con arroz blanco o pan tostado.

    En conclusión, los sìgáditos de pollo al ajillo son una receta fácil, rápida y deliciosa que puedes preparar en pocos minutos. Su sabor intenso y su textura jugosa los hacen ideales para una comida o cena. ¡Anímate a probarlos y comparte tu experiencia gastronómica!