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Pollo Mariposa: Receta Sencilla para un Pollo Asado Perfecto

En mi imaginación, asar un pollo siempre ha sido algo satisfactorio y hogareño. Pero en la realidad, a menudo se convierte en un drama culinario. Parece que siempre hay un problema: unas partes del pollo quedan bien cocidas, mientras que otras se secan o quedan crudas. Además, siempre surgen preguntas como cuánto tiempo debe cocinarse, cómo lograr un dorado perfecto sin carbonizarlo, entre otras.

Sin embargo, todo esto se soluciona con la técnica del pollo mariposa. ¿Por qué se llama así? Bueno, al cortarlo de una manera específica, el pollo adquiere una apariencia similar a una mariposa con las alas desplegadas.

La teoría detrás del pollo mariposa es simple: se quitan la columna vertebral y el hueso del esternón, y se coloca el pollo extendido y plano sobre la parrilla o la bandeja de horno. Se supone que de esta manera, el calor se distribuye de manera más uniforme y rápida en todas las partes del pollo.

Antes de comenzar, es importante secar bien el pollo para favorecer que la piel quede crujiente al asarlo. Luego, se quita la columna vertebral con unas tijeras afiladas y se procede a retirar el hueso del esternón. Esta parte puede resultar un poco complicada, pero con paciencia y cuidado, se logrará.

Una vez que el pollo esté preparado, precalienta el horno a 240 grados centígrados y corta las patatas, la cebolla, el limón y la cabeza de ajos. Coloca todos estos ingredientes en una bandeja o fuente apta para horno, añade un poco de aceite y mezcla bien.

En un bol aparte, combina seis cucharadas de aceite, romero, tomillo, hojas de laurel, pimentón, orégano, pimienta y sal. Unta el pollo con parte de esta mezcla y reserva el resto.

Introduce la bandeja con las patatas en el horno y, después de quince minutos, baja la temperatura a 200 grados. Coloca el pollo sobre una rejilla y continúa cocinando durante quince a veinte minutos más, o hasta que la piel esté dorada y al introducir un cuchillo en la carne, el líquido salga transparente.

Antes de servir, deja reposar el pollo durante diez a quince minutos. La combinación de sabores de las hierbas, el limón y el vino impregnarán tanto el pollo como las patatas, creando un plato delicioso y aromático.

Esta receta de pollo mariposa es relativamente fácil de preparar y apenas lleva tiempo. Puedes disfrutarlo en cualquier ocasión, ya sea una comida familiar, una cena especial o simplemente porque te apetece algo delicioso.

Recuerda que esta receta es solo una base, puedes personalizarla añadiendo tus propias especias y ajustando los ingredientes según tus preferencias.

¡Qué esperas para probar el pollo mariposa! Sigue leyendo para descubrir más detalles sobre su preparación y disfruta de esta deliciosa receta.

No te pierdas este video donde podrás ver todos los pasos para hacer un delicioso pollo mariposa:

Índice de la Receta

    Ingredientes

    • 1 pollo entero
    • Patatas
    • Cebolla
    • Limón
    • Cabeza de ajos
    • Aceite de oliva
    • Romero
    • Tomillo
    • Hoja de laurel
    • Pimentón
    • Orégano
    • Pimienta
    • Sal
    • Vino blanco

    Preparación: Pollo Mariposa

    1. Seca bien el pollo.
    2. Quita la columna del pollo con unas tijeras y reserva para hacer caldo.
    3. Retira el hueso del esternón haciendo cortes en los bordes y sacándolo con cuidado.
    4. Vuelve el pollo y mete las alitas para que queden recogidas.
    5. ¡Pollo mariposa listo!

    Tiempo y detalles de la receta

    • Tiempo de preparación: 30 minutos
    • Tiempo de cocción: 35-40 minutos
    • Porciones: 4 personas
    • Nivel de dificultad: Fácil
    • Estilo culinario: Mediterráneo
    • Ocasión recomendada: Almuerzo o cena familiar

    Utensilios de cocina

    • Tijeras de cocina
    • Bandeja para horno
    • Rejilla para asar

    Información nutricional por ración aproximada

    • Calorías: 350 kcal
    • Grasas: 20 g
    • Proteínas: 40 g
    • Hidratos de carbono: 10 g

    Consejos y variaciones para la receta

    Para darle un toque extra de sabor, puedes añadir a las patatas y cebolla unas ramas de romero y tomillo antes de meterlas al horno. También puedes marinar el pollo con las especias y hierbas durante unas horas antes de cocinarlo para intensificar los sabores.

    Sugerencias de bebidas y acompañamientos

    Esta deliciosa receta de pollo mariposa se puede acompañar con una ensalada fresca de lechuga, tomate y aguacate. Para beber, puedes disfrutarla con una copa de vino blanco seco o una limonada casera refrescante.

    En tu imaginación asar un pollo es algo super satisfactorio y hogareño, pero en la realidad es un drama: que si el muslo queda bien, la pechuga queda seca, que si la pechuga se te queda bien, el muslo se te queda crudo, que si cuanto tiempo lo pongo, que si cómo lo doro, que si se me carboniza… Toda esta tragedia se acaba con la llegada del pollo mariposa. ¿Y por qué se llama mariposa? Pues porque se corta de una manera que queda así: como una mariposita con las alas desplegadas. Claro que también se podría llamar pollo espachurrado o pollo atropellado por un camión, pero claro, mariposa es más cuqui. La teoría del pollo mariposa es bastante simple: se quitan la columna y el hueso del esternón, se pone el bicho plano, extendido, y se supone que así llega el calor a todas las partes de una manera más uniforme y más rápida. Se hace antes y mejor, pero bueno, esta es la teoría, ya veremos lo que pasa cuando empecemos a cortarlo. Lo primero que vamos a hacer es secar bien el pollo. ¿Por qué es necesario secar bien el pollo? Pues porque así favorecemos que la piel quede crujiente al asarlo. Le damos la vuelta, aquí tenemos la columna y la vamos a cortar con unas tijeras que corten bien, imprescindible. Columna o espina dorsal del pollo quitada. Esto no se tira, eh, que se puede usar para el caldo. En este punto podríamos darle la vuelta sin más y aplastarlo con fuerza para aplanarlo, pero a mí me gusta hacerlo difícil y voy a intentar quitarle el huesito del esternón, que es este. Ponemos el pollo con las patas mirando hacia nosotros y le hacemos un corte simplemente para que se vaya abriendo. Ahora tenemos que hacer dos cortes en los bordes del esternón. Se nota perfectamente con los dedos. Y ahora el momento trágico de sacar el esternón. Ir poco a poco, lo notamos con los dedos y si vemos que cuesta un poco, pues le metemos un poquito más el cuchillo. Ya lo tenemos casi listo, le damos la vuelta y lo último que vamos a hacer es meterle las alitas así para que queden recogidas. Si ves que sobran por aquí trozos de piel del cuello, pues cortas. ¡Pollo mariposa listo! Que si esto se te hace un drama siempre puedes pedir que te lo hagan en la pollería, pero vamos, es un proceso, de verdad, que muy sencillo. ¡Y ahora que ya tenemos todo, vamos con la recetilla! Calienta el horno a 240 grados con calor arriba y abajo. Pela y corta las patatas, la cebolla, el limón y la cabeza de ajos, ponlo todo en una bandeja o fuente, añade un poco de aceite, mezcla y mételo en el horno. Mezcla en un bol seis cucharadas de aceite, el romero y el tomillo, las hojas de laurel rotas por la mitad, el pimentón, el orégano, pimienta y sal abundante. Embadurna bien el pollo con parte de la mezcla. Saca las patatas del horno y mójalas con el resto del aliño, el zumo de limón y el vino. Devuélvelas al horno y pon el pollo encima sobre una rejilla. Al cabo de quince minutos, baja la temperatura a 200 grados y cocina entre quince y veinte minutos más, hasta que la piel se haya dorado y al introducir un cuchillo en la carne el líquido salga transparente. Deja reposar el pollo entre diez y quince minutos antes de servirlo.

    ¡Buen provecho, y comparte tu experiencia con esta deliciosa receta de pollo mariposa!